EL MITO DE LA CAVERNA
Platón (387 a.C-347 a.C)
Este mito es una alegoría de las teorías propuestas por Platón y se trata, básicamente, de la descripción de una situación ficticia que ayudaba a entender el modo en el que Platón concebía la relación entre lo físico y el mundo de las ideas, y cómo nos movemos a través de ellos.
En ella, Platón describía como habían unos hombres (relacionados como unos prisioneros) enganchados con cadenas de metal en las piernas y en el cuello, para que no pudieran moverlo. Detrás de ellos, separados por la pared de donde están atados, había unas personas. Estas se representan malignas, engañosas, que nos hacen ver ilusiones creadas por ellos. Más arriba hay un fuego.
Lo que hacen estas personas malignas es engañar a los prisioneros utilizando sonidos y figuras, que proyectadas con la luz del fuego, crean sombras e ilusiones a la vista de los encadenados.
Estos no se pueden mover y han estado ahí, encerrados, desde niños. Por lo tanto se creen lo que ven, pues es su realidad aunque sea una mentira.
Pero, ¿qué pasaría si un prisionero escapara por alguna razón? ¿qué ocurriría si uno consiguiera ir más allá de las sombras?
Platón propone la teoría del liberamiento -voluntario o no- de uno de los encerrados. Este decide marchar de la caverna y se dirige a la superficie. Cuando sale, queda deslumbrado por la luz del Sol, por la realidad. Allí descubre que todo lo que ha vivido es una mentira, que ahora está más cerca de lo real, que las sombras no eran más que engaños.
Platón considera a este hombre un FILÓSOFO.
Una vez fuera de la caverna, este regresa para poder liberar a sus demás compañeros y que puedan contemplar la realidad. Como le pasó al salir, ahora el "liberado" deberá acostumbrarse a la oscuridad de la caverna, a la que antes estaba tan acostumbrado. Caminando entre sombras halla a sus amigos. Les cuenta todo lo ocurrido, lo que ha visto y el engaño en el que se encuentran. Sus compañeros no le creen, pues al estar siempre ahí no han conocido una verdad mayor y le repudian. Los encadenados empiezan a gritarle y si pudieran, les pegaría.
Finalmente el que estaba libre se va y vuelve a la completa realidad, la que se encuentra fuera de la caverna.
Platón utiliza este ejemplo para describir a los ciudadanos ignorantes, las personas engañosas y lo difícil que es aceptar la realidad.
El filósofo relaciona el interior de la caverna, donde se proyectan todas las sombras, como la polis (la ciudad romana); las personas encadenadas serían los ciudadanos que habitan en ella; las sombras están compuestas por aquello que parece evidente desde un punto de vista
superficial. Si no tenemos motivos para cuestionar algo, no lo hacemos, y
su falsedad prevalece ; y la salida de la caverna es el descubrimiento de la auténtica verdad, donde el prisionero, ilustrado por toda la realidad, se convierte en un "filósofo".
Hablando un poco de las acciones, la liberación podría ser considerada un acto de rebeldía (una revolución), personal e individual donde es necesario ir descubriendo nuevos conocimientos. Es aquí donde surge la ascensión, que sería un proceso costoso e incómodo que implica desprenderse de nuestras creencias. Por ello, es un gran cambio psicológico. La última fase del mito es el retorno,
que consistiría en la difusión de las nuevas ideas, pudiendo generar confusión, menosprecio u odio por poner en cuestión dogmas básicos que vertebran la sociedad.
que consistiría en la difusión de las nuevas ideas, pudiendo generar confusión, menosprecio u odio por poner en cuestión dogmas básicos que vertebran la sociedad.
Filósofos de la actualidad han relacionado el antiguo mito de Platón con ocurrencias actuales.
Hilary Putnam (1926-2016): Creía que podríamos ser cerebros conectados a un súper ordenador que nos envía estímulos simulando una realidad. Su teoría es la "teoría de los cerebros en una cubeta", donde se pregunta: ¿cómo podemos saber que no somos cerebros conectados? y su respuesta es: No lo sabemos.
Hilary Putnam (1926-2016): Creía que podríamos ser cerebros conectados a un súper ordenador que nos envía estímulos simulando una realidad. Su teoría es la "teoría de los cerebros en una cubeta", donde se pregunta: ¿cómo podemos saber que no somos cerebros conectados? y su respuesta es: No lo sabemos.
René Descartes (1596-1596): Fue un filósofo francés que decía que la verdad se alcanzaba dudando de todo, especialmente de los sentidos y de los sueños, pues creía que un genio maligno le engañaba.
Fue famoso por su frase filosófica: "Pienso, luego existo".
Su teoría hace referencia a la película Matrix (1999).
En el siglo XXI, se representa al mito de la caverna relacionada con los dispositivos electrónicos (móvil, tablet, consola...).
Actualmente la humanidad está conectada a estas redes, que hacen que no nos demos cuenta de la auténtica realidad. Nosotros somos como los prisioneros, engañados por la sombra de las marcas de publicidad, de las industrias, de los grandes empresarios y empresarias y de nuestros gobernadores o gobernadoras. La pregunta es, ¿algún día conseguiremos liberarnos e iniciar una revolución que nos lleve hacia la realidad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario